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martes, 17 de octubre de 2017

Creepypasta 2. "Sally play with me"

Estabamos en un verano fascinante. El sol calentaba de una forma bastante intensa pero las brisas hacian que el clima estuviese equilibrado, ni mucho calor ni mucho frío, un clima perfecto. Pero un verano que Sally nunca olvidaria.
Sally era una niña con cabello castaño rizado, ojos verdes y ejemplar en todo lo que hacia, sus padres confiaban en ella y estaban orgullosos de su hija, era un ejemplo para otras niñas.
Sally tenia amigos con quien pasar el rato, jugando, por ejemplo, a las casitas, a la rayuela o a las muñecas. su madre la observaba desde casa y, mientras se limpiaba las manos al delantal dijo:

-¡Sally, es hora de desayunar, ven!
Sally, que ya había salido a jugar con sus amigos temprano, escucho a su madre y sonriendo le dijo:
-¡Esta bien mama, ya voy!

La chiquilla se fue para casa y al llegar se sentó en la mesa. Su madre le dio un emparedad de mantequilla con miel y un zumo de naranja recién exprimido, el almuerzo perfecto para coger fuerzas para el resto del día.
Sally dió las gracias a su madre y empezó a comer el delicioso emparedado. Su madre se sentó a su lado y le dijo:

-Adivina que. Tu tío Jonny viene esta tarde a darnos una visita.
Sally sonrio con la comisura de los labios llenas de mantequilla.
-Tio Jonny?- preguntó.
-Si, viene ha hecharle una mano a tu padre con su trabajo y despues si nos da tiempo podemos ir todos juntos a la feria.
A Sally le gustó mucho la idea, acabo de masticar rapido el emparedado y dijo:
-¿Sara y Jennifer también pueden venir?
-Depende de lo que digan sus padres, si les dejan claro que si.
Sally saltó de la silla, algo le decia que aquel verano iba a ser genial.
El tío Jonny condujo hasta casa de su hermano y salió del coche, estirandose y resoplando por el cansancio lo recivió una acojerdora voz conocida.
-¡Tio Jonny!
Sally dejo caer la cuerda de saltar con la que estaba jugando con sus amigas y se dirijio corriendo junto su tio favorito.
-¡Hola Sal! ¿Que tal te ha ido el día, pequeña?- Pregunto mientras levantaba a la niña en el aire sin hacer mucho esfuerzo aparente.
-Muy bien, he estado jugando con Sara y Jennifer. Mama está en casa, ¡vamos a decirle que llegaste tio!
-Me gusta tu idea cariño, vamos aya.- El sonrió y mientras iba camino de casa Sally gritó.
-¡Mama ya esta aquí!
La madre salio de la cocina y sonrió al ver al tío Jonny.
-Que tal el viaje? ha ido todo bien?- Preguntó ella.
-Claro que si, ha sido algo cansado pero todo bien, ¿por que iba a ir mal?- Dijo el mientras sonreia y le daba un abrazo.
Sally corrió hacia la puerta y dijo que iba a seguir jugando fuera.
-¡Vuelve antes de que oscurezca!- Gritó su madre.
A la hora de la comida el padre lego y se alegró de ver a su hermano, cosa que manifestó con un abrazo y un buen apretón de manos.
-Encantado de tenerte aquí Jonny, ¿Como estas?
-Me separé de Karen-respondió.
-Oh, no sabia nada...lo siento mucho...
Jonny movió la cabeza con una sonrisa indicando que no pasaba nada.
-No te preocupes, estoy bien. Ahora puedo respirar, andar libremente sin tener a alguien queriendo saber en todo momento donde estoy y que es lo que hago.
Se sentaron todos dispuestos a comer. El primero en pronunciarse fué Jonny.
-Esto está estupendo Mari.
-Gracias, me alegro de que te guste- contestó ella.
-¡Está delicioso mamá!-Los adultos empezaron a reír tras su comentario.
Imagen relacionadaPasó el tiempo y ya estaban acabando de comer y Sally empezó a bostezar, frotándose los ojos una y otra vez. Su madre también froto pero su espalda.
-Yo la llevo.
-Gracias Jonny-dijo Mary.
El hombre siguió a la niña hasta su habitación, cerró la puerta tras de el y sonrió al ver semejante desorden de habitación. Sally no era muy ordenada y era algo normal en una niña de su edad.
-¿Necesitas ayuda?-le preguntó a la niña. Esta asintió- Está bien, vamos a ver lo que tienes por aquí.
Su tio empezo a buscar entre los pijamas.
-Tienes algunos con dibujos de fresas, seguro que si te lo propones tus sueños olerán a ellas.- Cojió la camiseta oliéndola.
Sally sonrió y negó con la cabeza. No queria usar ese pijama. Su tío entendió que no lo queria y volvio a colocarlo en su sitio, intercambiandolo por un ¡o que tenía el dibujo de un unicornio.
-¿Que tal este? Te convertirias en princesa.
Los ojos de Sally se iluminaron de alegria y dió una palmada de entusiasmo. Colcó la prenda en la cama, se acercó a ella y comenzó a desabrocharle la camisa.
-Puedo yo sola tio- dijo Sally con una sonrisa.
El hombre sonrio sin dejar de hacerlo.
-Se que eres capaz Sally pero estas cansada...¿Por que no te puedo ayudar?-le preguntó mirando a la niña cabecear un par de veces.
Una vez le quitó la camisa, la puso sobre su hombro y le dio un codazo en su tripa haciéndola reír. El volvió a sonreír y le sacó los pantalones. Seguido de esto le colocó el pijama.
-¡Listo!-dijo alegremente la niña. Jonny cogió su ropa y entró la madre de Sally.
-¿Está lista para dormir?
-La voy a recostar, ¿Te parece?-dijo Jonny.
Mari lo miro y movió la cabeza dejando ver que no le importaba.
-Por supuesto-Se acercó a Sally y la besó en la frente- Buenas noches mi amor.
La niña le dio las buenas noches. Mari acarició suavemente la frente de la niña y le hizo un gesto a Jonny para salir de la habitación. Este apago la luz de la habitación y se giró para ver por ultima vez a la niña, extrañamente este mostraba una sonrisa escalofriante mente retorcida.

Con el paso de los días, Mari, se dio cuenta de que la pequeña Sally no actuaba como siempre, estaba rara. ella no sonreía como antes, no le brillaban tanto los ojos como hacia unos días, algo extraño le ocurría. Mari al darse cuenta de este comportamiento, ates de la niña irse a jugar con sus amigos, le tomo la mano y la llevó a un lado con la intención de hablar con ella.
Sally miró a su madre con mirada confusa.

-¿Cariño te encuentras bien?-preguntó, arrodillándose para estar a la altura de su hija y a la vez ofrecerle confianza. Sally la miró y poco a poco comenzó a llorar.
Su madre confundida se preocupó.
-¿Sally?
-M-mamá...Yo...no q-quería..t-to...- Solo fue capaz de articular esta frase totalmente inacabada.
-¿No querías hacer que amor?
-Yo no quería jugar...yo no quería jugar a su juego..
Sally observo a su madre y se hecho a sus brazos con fuerza.
-El m-me to -tocó... y me h-hizo t-tocarlo..
Mari frunció el ceño y tranquilizó a su hija con caricias buscando una explicación a aquello que esta le acaba de contar.
-Shhh, no pasa nada cariño, mama está aquí, todo fue una pesadilla y no voy a dejar que te pase nada. Todo está bien, ¿vale cariño? no te preocupes por eso.
-B-bien mama.
Su madre sonrió y la besó en la frente, fue una buena forma de tranquilizar a la pequeña.
-Ahora ve a lavarte, ¿no querrás ir a jugar y que tus amigas se reirán por ir con la cara sucia no?-dijo con un tono chistoso.

Resultado de imagen de sally play with meSally salió corriendo hacia el baño para hacer lo que su madre le dijo, iba mucho mas tranquila y despreocupada. Mas tarde, ese mismo día Jonny y su hermano continuaron con el trabajo pendiente. El padre de Sally, Frank, sonrió al ver a su hija jugando y la niña le se la devolvió. Jonny miró a Sally y la saludó. Pero la sonrisa de la pequeña se marchitó de repente, mostrando menos sonrisa a cada milésima de segundo, de todas formas devolvió el saludo a su tío. Mas tarde, Jonny entró en casa y escucho a su hermano y a Mari teniendo una conversación.

-¿Que Sally que?
-Tuvo una pesadilla, me dijo "el me hizo tocarlo..."
-¿El?...¿Y quien es el?
-No lo se Frank..., no te preocupes, solo fué una pesadilla.

Jonny escuchó todo desde fuera de la habitación, al parecer no le gustó mucho lo que había escuchado puesto que frunció el ceño con ira. Después de unos segundos, se calmó y estro en la habitación, como si acabara de entrar en la casa y puso una cara de impresionado.
-Vaya, ¿interrumpo algo?- le preguntó a la pareja.
Jonny sonrió y señaló hacia fuera
-Voy a ir a la tienda, ¿necesitas que te traiga algo, Mari?
-Pues ya que lo dices, si me puedes traer unos huevos, leche, pan y sal te lo agradecería.
Jonny asintió con la cabeza y justo antes de salir por la puerta principal se detuvo y dijo:
-Sally también quiere venir.
Mari sonrió.
-Gracias Jon.
El asintió de espaldas a ella y se dirigió a fuera, con las llaves en la mano. Sally estaba jugando con sus amigas.
-Sally...
Ella levantó la cabeza y lo miró fijamente, mostrando inseguridad al verlo.
-Ven, nos vamos de compras.-Jonny se fue hacia el cochee, esperando a que la niña se decidiera a ir.
Sally se quedo quieta por un momento, luego, puso sus muñecas sobre la hierva.
-Volveré pronto, por favor, cuidad bien de Marzapán y Lily.
Jennifer y Sara asintieron al mismo tiempo. Sally se fue dirección al coche de mala gana y subió en le asiento del copiloto.
-¿Sabe mama que voy contigo, tío? pregunto la pequeña. Jon asintió con la cabeza mientras arrancaba el coche.
-Si, ella quiere que compremos unas cosas para la comida.
El sonrió hacia la niña. Sally le devolvió la sonrisa nerviosamente, no se sentía segura por alguna razón. Miró hacia delante y observó el paisaje. Al alcanzar la carretera que iba hacia la tienda Sally se fijó que su tío se paso de largo, y alzó la vista hacia el.
-Tio Jonny te acabas de pasar la tienda...-Dijo señalando en la dirección de la tienda.
Pero el no le contestó, solo siguió conduciendo, con una sonrisa muy leve en la cara. La niña se puso de rodillas en el asiento y observó como la tienda iba quedando atrás, haciéndose cada vez mas pequeña hasta que se perdió de vista. Al ver que no iban al supermercado la niña vio que el tío aparcó en un parque que había cerca de la ciudad, pero nadie iba al parque un domingo.
Sally se puso nerviosa y su respiración se aceleró, mirando al hombre con los ojos muy abiertos. Jon apagó el coche y observó a Sally con mucha ira.
-Te dije que no dijeras nada a mama, ¿no?- le preguntó mirando a la niña.-no estas jugando al juego correctamente Sally.
El hombre se acercó y saco a la niña del coche.
-Dijiste que jugarías conmigo Sally, y me mentiste, no me gusta nada que me mientan.
De un empujón tiró a la pequeña al suelo y le dijo:
-Ahora te tengo que castigar por haber roto las reglas del juego, Sally, tu te lo buscaste.-Dijo mientras se quitaba el cinturón del pantalón.

Al rededor de las 9 PM una pareja encontró el cuerpo sin vida de una niña. Era el cuerpo de Williams Sally.
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-Habría jurado que cerré la puerta antes de meterme en cama, supongo que se me habrá olvidado..
El joven adolescente caminó por la habitación hasta la puerta y la cerró. Antes de que pudiese acostarse de nuevo las piernas se le quedaron petrificadas, escuchó algo similar a un llanto, sonaba como de un niño.
Se levantó poco a poco de cama y temeroso se dirigió a la puerta de su habitación. La abrió y parecía que sonaba con mas intensidad fuera de su habitación. Miró hacia abajo en la oscuridad y siguió el sonido por el pasillo. Una vez llegado al final del todo se quedo sin aliento. Era una niña que estaba sentada en el suelo, delante de la ventana iluminada por la luz de la luna, encorvada y llorando.
Trago saliva y sin saber como pregunto:

-Quien...¿quien eres?¿Como has entrado en mi casa?

De pronto, el llanto se detuvo y la niña movió sus temblorosas manos lejos de su cara. Miró detrás de ella y observó al joven. Sus lagrimas se sustituyeron por sangre que mancharon sus manos. Estaba impregnada de sangre, el pelo a un lado de su cabeza, le goteaba sangre por todas partes y su ropa estaba sucia. Tenia los ojos verdes y a través de ellos se podía ver su alma, un alma dolorida y rota.
-Esta es mi casa- dijo con voz ronca, hablaba de forma que parecía que le costaba.
El cuerpo de la muchacha hizo una mueca antinatural y se movió hacia el chico. Sus pies estaba sucios, sus manos, pies, rodillas y codos llenos de raspaduras y sangre, y el final de su vestido estaba roto.
Sally era el nombre que se podía leer en la parte delantera del vestido.

-¿Quieres jugar?-sonrió, con los dientes manchados de sangre- Juega conmigo...

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